Normalmente, lo que vas a leer a continuación lo encontrarías en el primero de mis blogs, al que cariñosamente llamo "mi blog de los poemas": (desdelaventanademicorazon.blogspot.com), cuyo enlace directo puedes encontrar al final de esta misma página.
Pero... como este poema es en castellano y... toca algo muy de nuestra tierra y... de estas fechas, pues... he decidido darle cabida aquí porque también escribiendo y leyendo -no sólo estudiando o/y yendo a clase, etc- se aprende un idioma. Espero te guste. Gracias.
Nata con nueces,
castañas asadas,
fruta en almíbar
o confitada;
empezando por el final
para no dejarme nada.
Peladillas,
almendras rellenas,
roscos de vino,
entre turrones,
villancicos y guirnaldas.
Época de paz y esperanza.
Las mejores carnes,
los mejores pescados,
las mejores viandas;
vegetales y hortalizas
con esmero cocinados,
servidos
sobre manteles nuevos
o los de fiesta,
aunque sean usados
y, también, para postre:
los mejores deseos
para el Nuevo Año.
Ese brindis por el que llega
-con agua, mosto o zumos,
para estar más sanos-;
pastas de hojaldre,
polvorones de estepa,
truchas,
¡qué buenas!
de batata o cabello de ángel,
y, si llega,
ahumados, mariscos,
quesos, olivas.
Todo de la tierra.
Y jamón serrano
siempre con papas
-que no falten-,
arrugadas y de las nuevas
y alguna que otra buena sorpresa
acompañándonos
de un buen pan de pueblo,
a ser posible
hecho en horno de leña.
Escondiendo una lágrima,
un recuerdo y
sentidas oraciones
por el que, hoy,
no se sienta a la mesa.
Con cariño, de la autora:
¡¡F E L I C E S F I E S T A S!!